RehaSer
- Wen
- 4 mar 2020
- 3 Min. de lectura
En la clínica aprendí tres frases poderosas que decíamos cada noche:
Yo soy valiosa,
Yo soy amorosa,
Yo soy inteligente.
Siempre tenían que estar acompañadas estas palabras por una mirada fija hacia nosotros frente al espejo. Al principio, mi terapeuta me obligaba a verme los ojos; odiaba hacerlo, cómo iba a sentirme valiosa, amorosa e inteligente si solo veía una cara fea, un cuerpo gordo, y una inteligencia escasa. Cucho, le decía, no puedo, Cucho me miraba fijamente y me decía, hágale Cuchita que sí puede. Por semanas me costaba verme a los ojos, incluso al salir de allí, cuando me veía a los ojos siguió siendo tan retador ver mi reflejo y decirlo "yo soy valiosa, yo soy amorosa, yo soy inteligente". Wendy,pensaba o pienso, ¿cómo vas a pensar que eres eso, si lo único que puedes ver en ti son todos los defectos que te has encargado por años en resaltar?
Siempre he tenido la sensación, como muchas veces lo he escrito, de sentirme reemplazable, siempre alguien es mejor que yo: más inteligente, más astuta, más emprendedora, más bonita, más alta, menos gorda, flaca, más chistosa, y una gran lista de comparaciones que me dejan siempre abajo.
Y, estos días, debido a una conversación que tuve con alguien donde simplemente le dije que no quería estar con alguien que tiene un plan b y donde no me elige a mi sobre las demás: las altas, las más inteligentes, las no depresivas ni ansiosas, las que pueden controlar sus emociones y llegan a ser incluso mejores cristianas que yo, las que no estuvieron en una clínica, las que probablemente pueden levantarse cada mañana sin la carga de la señora D y la señora A; qué fácil es enfrentar a un mundo cuando todos tus sentidos están haciendo lo que deben de hacer.
Entonces, decidí que esa persona fuera libre, porque me duele saber que nunca seré lo suficiente para nadie, porque aunque escucho tantas cosas bonitas por parte de personas, la realidad es que cuando conocen los lados más oscuros de Wendy, siempre, siempre, salen corriendo. Mi prima siempre me ha dicho la analogía más bonita del mundo "eres un libro que nadie puede leer y los pocos que lo leen no saben comprenderlo aunque lleguen hasta el final”. Entiendo que no cualquiera debe estar con alguien que batalla tanto con sus emociones, pero solo no hagan promesas de estar con alguien mientras llega una mejor opción.
Debido a esa conversación empecé en una espiral que quería tirarme hacia abajo, me hizo sentir peor no encontrar trabajo; como lo puse en otro de mis posts ¿por qué no puede alguien creer en mí aunque haya un mar de peces disponibles?
Esa combinación de sentimientos hizo cuestionarme bastante sobre mi valía, pero, aun así, un día quiero lograr decir que por un mes me amé, que por un mes no critiqué mi celulitis, mi carita con acne, mi estatura, mis gorditos, mi condición con la señora D y la señora A, mi falta de fe tan seguida y ni contar mis crisis existenciales.
Hoy, no sé mañana, solo por hoy, canciones y ver un documental en Netflix me levantaron. En este ahora quiero saber que sí, sé cuánto lastimo cuando no estoy bien, pero quiero estar rodeada de las personas que no pierden la fe en mí, que con el tiempo lo demuestren, gente que me levanta, que aunque yo quiera alejarlas (porque eso haces cuando tienes un trastorno mental; no quieras arrastrar a nadie contigo y crees que lo mejor es que ellos estén lejos por su bien, por amor), quiero, que incluso en esos días, aunque hayan otras cien millones de personas que pueden ser productivas, que pueden amar sin un trastorno, que pueden trabajar y estudiar sin problema, como lo hice yo por tanto tiempo estando sana... que incluso así tan rota, me elijan a mí, que me esperen, que aun cuando yo me sienta sola, me ayuden a sentir que no soy cansona ni que me estoy haciendo la victima. Quiero sentir que me eligen a mí y me tienen la paciencia suficiente para saber que esto un día va a terminar. Solo quiero estar rodeada de las personas que me elijan cada día, incluso en mis días más oscuros, porque SÉ cómo soy cuando no he tenido eso, y no importa que lleve 4 años luchando, tuve 23 años mostrando al mundo cuán amorosa, cuán valiosa y cuán inteligente soy. Quiero quedarme con las personas que me hagan sentir mejor sobre mí, y que me ayuden incluso cuando yo no puedo. Quiero eso para mi vida porque hoy quiero verme al bendito espejo y decirme:
Yo soy amorsa,
Yo soy valiosa,
Yo soy inteligente.
Seguro que sí.
Comments