Levantarse

Sé que hace rato no escribo y que mi constancia en este espacio es bastante pésima pero deben entender que trato de no volver este blog un relato de "pobrecita" para ganar público, solo escribo cuando siento la necesidad de escribir. Hoy aproveché, ya que me quedé dormida de 6 de la tarde a las 10 de la noche.

¿Qué ha pasado en este tiempo? Lo más importante ha sido que terminé el semestre mucho mejor de lo que pensé, ¡qué semestre tan loco!, pasaron tantas cosas que parece que el tiempo simplemente voló. Este semestre no logré varias cosas que me había propuesto, entre ellas, irme de intercambio, la verdad puede parecer excusa pero a duras penas pude terminarlo, sigo batallando con las ganas de hacer cosas, me cuesta mucho hacer mis trabajos, mis tareas, mi tesis, tengo la concentración de una mosca pero bueno, saqué el semestre, a final de este blog les compartiré lo que escribí en mi FB e IG... Sin embargo, creo que es importante mencionar que el tratamiento me ha servido bastante, siento que estoy más estable en mis emociones pero sigo siendo muy susceptible a los cambios bruscos de emociones, lo que normalmente no me preocuparía tanto o simplemente podría dejarlo pasar, ahora me puede llegar a tumbar.

He tratado mucho de cuidar mi corazón, ya que una de las cosas que me empezó a ayudar fue conseguir nuevos amigos y amigas, salir más, dejar mi casa y hasta irme de fiesta, ¡buuuu! sí los cristianos también podemos salir a bailar y divertirnos (nota por si hay algún persignado que cree es terrible salir anda por aquí), pero entre esas salidas tuve que empezar a tener cuidado de no involucrar mucho con las personas. En un ambiente donde todo es aparentemente diversión, risas, alegría, se esconden muchas máscaras que ocultan dolores profundos, he aprendido cómo las fiestas son anestesias contra la realidad, y eso no lo entendía. Llegué a pensar que todo el mundo que era amable conmigo significaba que realmente le estaba importando y llegué a involucrarme mucho con muchas personas, en amistad, claro, pero luego me di cuenta que es posible que te lleves bien con alguien en una fiesta pero no necesariamente significa que te vuelvas mejor amiga de esa persona... esto me costó un poco comprenderlo ya que llegué a pensar que las personas me estaban rechazando por algo que estaba mal en mí, y como lo dije, lo que normalmente me valdría queso con cacahuate, ahora estoy más sensible, es como cuando te quemas la espalda con el sol y te pones una mochila o algo, eres muy susceptible. Así que tuve que empezar a cuidar mucho cómo dejaba a las personas entrar a mi mundo, he aprendido a simplemente disfrutar los instantes y ¡ya está! Hay amigos para cosas profundas y amigos para diversión, no creo que las personas que conozcas en ambientes así sean para algo serio, ni siquiera en amistad, y está bien y hay que aceptarlo como es. Algo importante para mencionar es que mi responsabilidad también se minado, en verdad me cuesta mucho trabajar con la tesis, creo que es lo que más he batallado, siento tantas veces que no soy capaz, que soy una burrilla, que necesito renunciar a esto pero aquí es donde tengo que aceptar que debo enfrentar este gigante, porque lo necesito, porque es justo, porque es importante y sacarlo adelante. Tengo tanto miedo de no poder, tengo mucho miedo de no concluir y ser una más en la lista de las personas que no terminan el posgrado bien, pero jamás he dejado algo inconcluso, mucho menos algo que sé tan claramente que sé es mi llamado, pero me cuesta mucho, como no tienen idea y no sé cómo le haré pero sé que lo terminaré, sé que hay muchas personas que creen por mí. Hoy puedo decir que me siento mucho mejor, que estoy un poco más equilibrada, que estoy disfrutando mis vacaciones y que estoy tratando de no ser tan dura conmigo en muchas cosas pero tengo que aceptar que muchas veces me caigo tanto que la duda constante sobre si lo podré logra es tan presente que llega abrumarme. La señora D y la señora A parece que por ahora andan controladas, y espero un día se vayan para siempre porque es cansado estar peleando contra ellas todo el tiempo, a cada momento... pero aquí sigo, sigo peleando y créanme que he hecho todo para no rendirme. No he perdido mi fe, porque todo lo que hago, tal como lo dice la película de Silencia, speaks of Him. Estaré bien, lo sé. Wen Pd. Aquí dejo lo que prometí más arriba: Tal vez para nadie sea importante, tal vez me quede un seminario más para terminar la maestría y tener mi promedio final, tal vez las calificaciones no dicen nada de alguien pero como una maestra en la licenciatura me lo dijo “sí, no dice quién eres como persona pero sí tu esfuerzo y responsabilidad”, y con eso me quedo. Quería esperar al otro semestre y terminar el último seminario para subir este logro, pero este semestre fue tan difícil que creo es importante compartir esta pequeña meta. Pero no todo es bonito, prefiero contarles lo qué pasó: este semestre tuve una mega crisis regresando de Colombia, caí mil veces, falté un buen a varias clases; los que me conocen saben que yo siempre voy y estoy a tiempo en clases, siendo la primera en llegar y la última en irse. En este ciclo, inicié mi tratamiento para la depresión, esto significó cambios en mi cuerpo y mi mente, tuve insomnio terrible, desconcentración, y en lo que me adaptaba, mis periodos depresivos parecían más intensos, me costaba leer y estar estable emocionalmente; hubo días en los que llamaba a mi mamá o mi hermano llorando porque no me sentía bien. También, empecé a conocer más gente, me arriesgué a salir en citas con personas que jamás pensé podía conocer o siquiera salir, incluso me empezó a gustar alguien muchísimo, cuando creí que me faltaba tiempo para superar a quien quise mucho el año pasado... con todo lo anterior, entre mis bajones, mis nuevas relaciones sociales, mi nuevo crush y la eventual forma de alejarlo de mi vida porque Wendy siendo Wendy (una de las cosas que más me cuesta con mi trastorno es equilibrar las emociones y tratar de no alejar a todo el mundo), todo contribuyó para que en uno de mis seminarios pintara para que yo empezara a tener malas calificaciones. Saqué mi primer 7 en un ensayo, lo corregí y volví a sacar 8.7, (no había tenido malas notas ni siquiera en licenciatura, mi nota más baja a lo sumo había sido 9), me costaba concentrarme, leer y entender. Valga aclarar que este seminario era la segunda parte de uno que tomé el semestre pasado y llegué a pensar que me iría igual de bien, pero no... empecé a recaer y me costó subir, fue caída tras caída, y desánimo ya que el profesor tuvo problemas administrativos y llegué a pensar que mis notas quedarían así de mal, afortunadamente, cuando pensé que mi promedio se vería gravemente afectado tuve la oportunidad de rehacerlos (aplausos para los profesores exigentes pero también humanos), ahí tuve que decidir si quería dejarlos así o luchar por mejorarlos y seguir manteniendo lo que con tanto esfuerzo me había costado, así que decidí dejar de quejarme y lo saqué adelante. Ahora, acabo de recibir un correo por parte de mi profesor y me confirmó que por fin había mejorado bien mis ensayos y que mi nota final era 10, con esa nota, mi promedio se mantuvo y después de un valle terrible pude lograrlo... no sé lo que viene pero hasta aquí he de felicitarme porque realmente me costó este semestre. En italiano no me fue bien, pero eso no afecta en nada mi maestría porque es algo extra, pero ahora solo recuerdo que si me lo propongo lo logro. Me falta mi tesis y lo mejor está por venir, aun cuando la señora D y la señora A les gusta decirme todos los días que lo mejor en mi vida ya pasó. Él dice que no es cierto y yo le creo... Ahora celebro las pequeñas victorias ❤️. —Wen