Inicios
- Wen

- 6 ago 2019
- 2 Min. de lectura
Mañana inicia un nuevo ciclo para mí, y el último de mi maestría: empiezo el cuarto semestre de esta. Es loquísimo el proceso tan largo que he tenido que transitar para llegar a este punto, tratamiento psiquiátrico, tratamiento psicológico, caídas, errores, miles de horas sumergida en depresión y ansiedad, pero también encontré gente bonita y nueva que me ha alegrado la vida y que me ha enseñado tanto, pero tanto, que no tengo palabras para describirlo. Hoy sé que estoy lista para terminar mi monstruo mayor: mi tesis. No saben cuán grande se ha convertido ese gigante, y diría yo, la verdadera razón de la mayoría de mis crisis. Me he sentido tan impotente, tan insegura, tan bruta que no puedo explicar cuánta duda me ha generado trabajar en mi investigación. Pero, aquí estoy, levantada, en mi nueva computadora (aunque en realidad prestada por el Jc, el esposo de mi mami), para poder en frentar a este gigante académico. Es irónico cómo empecé este día, mandé a la mierda (disculpen el vocabulario) a mucha gente, pero terminé hablando las cosas con alguien que me parece vale la pena mantener cerca (no se me aceleren, está muy bien ubicado en la friendzone). Así ha sido mi maestría, empezar queriendo mandar al diablo todo, pero estar a punto de terminarla reconociendo mis miedos, mis aciertos, las cosas por las que debo de trabajar y la disciplina que se me pide para poder terminarla. Esta vez no cerraré mis redes, porque al mes regreso, solo trataré de ser un poco más ordenada con las cosas que sé puedo mejorar. Con respecto a mi depresión, estuve dos meses con mi madre, me sentí como en terapia intenstiva, me sirvió el descanso, no pensar en nada, no forzarme a trabajar en algo cuando sabía que estaría trabajando los próximos 8 meses en mi documento recepcional; disfruté con mi mami, con mi hermano, con JC, con mis perritas (Lishe y Elsa), y solo fui... también dormí mucho, aunque el insomnio todavía me ataca en las madrugadas. Esperemos que ese pequeño Gremlin, pronto se vaya. Gracias por leerme, ¿saben? sí se puede salir de la depresión, o al menos, aprender a lidiar con ella pero es cuestión de tiempo, de constancia (muchísima con el tratamiento) y de ayuda... de mucha ayuda. Cualquier pregunta, estoy abierta... -Wen


Dale dale, ya quiero leer tu tesis