top of page

Gracia

  • Foto del escritor: Wen
    Wen
  • 23 nov 2020
  • 2 Min. de lectura

Ya llevó más de un mes que llegué a México y sigue siendo un año lleno de crecimiento. Me despidieron de mi trabajo, sí, me despidieron, aunque todavía sigo sin entender qué pasó, sé que esta vez nada fluía por más que intentaba, no quiero ni siquiera entrar en detalles porque me choca querer caer en el victimismo al que suelo recurrir cuando me siento expuesta. Pero, algo importante aprendí: si pasé horas, literal, horas, frente a una computadora haciendo un trabajo que no era de mi área, que no había sido capacitada, que no eran claras las instrucciones (incluso contradictorias), que no entendía bien que era lo que se pedía de mí (o por qué me habían contratado si no tenía nada de experiencia en lo que querían y menos se acercaba a lo que sí sé), si pasé hoooooras para que al final me dijeran "híjole, Wendy, pues tenemos que sacarte del proyecto", si pasé hooras haciendo algo que no me llenaba, entonces, pasaré horas haciendo lo que sí debería estar haciendo y me apasiona: mis proyectos y cosas pendientes.


Sin embargo, a pesar de este bache, que también fue una prueba que salí vencida #nadadedepresión, entonceeees, puedo seguir con mi vida creciendo. Conocí gente tan bonita este último mes que me siento feliz, expandí mis horizontes, conseguí nuevas y nuevos amigos, tuve un amorío de esos breves que me gustan, y me di cuenta qué tan valiosa soy al verme reflejada en los ojos de los demás... ahí voy al verme a mí misma.

Me cuesta mucho amarme, demasiado, pero cada día esta pelea va cediendo, qué Rocky ni qué ocho cuartos, pinche Wendy en diva, jajaja!! Ahora me maquillo más lindo, me gusta sentirme sexy, me gusta sentir que mis esfuerzos están valiendo la pena; he estado haciendo ejercicio, pero, sobre todo, cambiando mis hábitos alimenticios. Mis logros son increíbles y la gente hermosa que llega a mi vida es un reflejo de ello. Siempre quise tener amigos asiáticos y, ahora, uno de ellos es mi buen amigo que me regaló una gorra de Supreme jeje.


Amo verme como ahora me veo. Amo ver que estoy creciendo. Amo ver a esta Wendy evolucionada que sigue deconstruyendose cada día más. Amo a esta Wendy que sabe reconocer a la gente que sí y a la que no. Amo a esta Wendy que no agacha la cabeza. Amo a esta Wendy que sabe lo valiosa que es y que reconoce que ha sido dura con ella misma. Amo a esta Wendy a pesar que sigue peleando con el espejo. Amo mi camino y sé que cada día estoy mucho mejor.


Empecé este blog en mi momento más duro, cuando me diagnosticaron y hoy sé que ya no tengo depresión; sé que debo de cuidarme porque la señora D y la señora A son hijas de ... que pueden aparecer en cualquier momento. Lo que ellas no saben es ahora no soy una chispa, ahora soy una tormenta y un fuego ardiente que solo se prende cada vez que la torean.


Sí se puede sanar de depresión. Cuesta mucho, pero se puede.


:)

Si quieres, sígueme en Instagram:

(@wenlopezn)


Si yo pude, tú también


 
 
 

Entradas recientes

Ver todo
Hablar

En esta noche quisiera hablar y expresar algo que llevo atorado en el alma por años. Hay personas en la vida que te pueden hacer daño,...

 
 
 
.

... .... ...... ....... ...... .... .. . cómo sanar cuando sientes que se te ha robado algo cómo soltar cuando ni siquiera tuviste algo...

 
 
 

Comentarios


© 2024. Wen Lopez

  • Instagram
bottom of page