Fortaleza

Anoche soñé que estaba embarazada y que el bebé que tenía nacía muerto, era un niño. La sensación que siempre siento cuando sueño que estoy embarazada en mis sueños suele estar rodeada por sentimientos de tristeza, pero, en especial, lo más feo del sueño fue haber visto al bebé muerto. Me puse a leer el significado de los sueños y suelen referenciar a algo no tan positivo tener este tipo de pesadillas.

Quiero estar bien. La vida parece que muchas veces es un ring de boxeo, te estás levantando triunfante cuando de repente un golpe viene por donde menos te lo esperas, te toma en el momento más difícil y cansado de todos, sientes que ya no puedes pero sigues de pie. Así me he sentido las últimas dos semanas, sé que escribí en mi anterior post lo feliz que estaba, pero nunca hubiera pensado que unos días después me daría Covid. Sí pasé por Covid, jamás pensé que los que amo y yo tendríamos que pasar por esto, es de esas cosas que crees que le pasará a todos menos a nosotros (quédate en casa, por fa).

Lo más difícil de haber pasado por eso no son tanto los síntomas, que sí se siente horrible; hasta el momento no tengo olfato y ando mocosa, creo que el reto mayor ha sido el mental. Venía con todo el ánimo trabajando, siendo disciplinada, haciendo mis propósitos de año nuevo pero llega un pequeño virus y trata de tirarme de nuevo. Ha sido difícil no poder salir ni a la esquina, sé que no es tan difícil como haber pasado 7 meses encerrada en Bogotá, pero volver a tener esa sensación de impotencia, de no poder hacer nada, me doblega.

Mi corazón quiere ser fuerte; tiene tantos anhelos, pero muchas cosas me cuestan: extraño tanto mi vida independiente y no es porque no ame a mi familia, pero estaba tan acostumbrada de hacer mis cosas, tener mi tiempo, estar en la soledad de la casa, decidir cuándo y cómo quería salir, pero todo eso ya parece como un sueño lejano. Cuando me dio Covid ya estaba empezando a tener una vida medianamente social dentro de lo que se puede con todas las restricciones, estaba conociendo a alguien chido, pero todo eso se fue para el piso porque me enfermé.

Parece que la vida suele probarme a cada rato, parece que quiere probarme de lo que estoy hecha y, la verdad, a veces cuesta mantenerse de pie; sigo agradecida y motivada, pero ahora ya no sé qué pensar. Anhelo tanto el tiempo que estaba sola. A diferencia de lo que muchos creen, yo creo que disfrutar la soledad es una de las cosas más liberadoras que hay, no le tengo miedo a estar sola, me da más miedo estar con alguien que vuelva a robar mi paz y salud mental. Hoy estoy con mi familia y aunque disfruto estar con ellos porque los amo, anhelo mucho mi regreso a la Ciudad de México, Pandemia, Covid, ¡ya, wey!

Siento que incluso mi capacidad de escribir no es tan intensa como antes, siento un fuego que quiere salir pero parece que me está quemando por dentro. Por favor, que lleguen mejores tiempos.

En fin, sean fuertes, todavía nos queda un largo camino. No sé si soy la única, no lo creo, pero podemos vencer entre todos y todas estos tiempos tan duros para la humanidad.

Wendy