Felicidad
- Wen

- 6 ene 2021
- 2 Min. de lectura
Hoy estoy en paz. Me siento dichosa, alegre, ¡feliz!
Empecé súper bien el año, se fue lo que se tenía que ir y llegó lo que tenía que llegar. Muchas veces quise rendirme, dejar de luchar, dejar de ser fuerte y, definitivamente claudicar, pero ¡lo logré!
Hace un año estaba en la clínica; hoy, la vida, Dios, lo recompensa y empiezo a tener cosecha y nuevas semillas, tengo un trabajo que ¡me encanta!, tengo amigos y amigas nuevas, tengo pretendientes que ahora sí valen la pena, y aunque todavía no tengo otra relación, sé que hoy puedo decidir con quién sí y con quién no, ¡por qué no me dijeron antes el potencial que tenía! jajaja.
Me siento viva, me siento feliz, incluso mi memoria, mi racionalidad y todo lo que era, ha empezado a regresar pero potencializado.
Me siento animada, coqueta, hermosa, feliz, valiente, FUERTE, ¡CHINGONA! JAJAJA. Porque pasé por el mismo infierno y hoy estoy de pie, sabiendo que la victoria está dada y que solo es cuestión de mantenerme cuidadosa. Dejar ir lo que sobra. Dejar que se quede lo que tenga que llegar.
Hoy sé lo que se siente salir con personas que quieres y te aportan;
también sé lo que es dejar a un lado las personas que solo te drenan;
hoy sé lo que es sentirse valorada y respetada, aun sin tener una relación sentimental; hoy sé lo que es estar con personas que realmente saben lo que eres y lo que vales,
y,
hoy sé que ya no me volveré a conformar.
Hoy miro al cielo y agradezco porque estoy llena, el corazón lo tengo lleno y completo. Hoy tengo lo mejor: la oportunidad de decidir.
Amo mi libertad.
Y puedo decir que ¡sí se puede sanar de la depresión!
:DDD


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