Eternal Thou
- Wen
- 11 may 2021
- 2 Min. de lectura
Dios se mantiene como una constante en mi vida, un susurro constante que no cesa; Su voz dejó de gritar, si es que gritaba, y ahora se mantiene como un hálito de vida que lo siento cuando menos lo pienso. Solo sé que mi espiritulidad frente a Él ha crecido, ha madurado, dejé de creer que me ganaría su favor por el solo hecho de hacer lo que todos decían que estaba bien.
Encontré a un Dios que no se encierra en una caja, que queda fuera de cualquier definición porque al definirlo lo limito y si puedo definirlo, entonces, deja de ser Dios. El eterno Tú, como lo definía Buber, se mantiene en mí y veo su mano alrededor de mí en cada momento. Nunca me deja, nunca me ha dejado y nunca lo hará. Dejé de buscarlo donde no estaba para encontrarlo donde se mantiene, en mi corazón, en lo que soy, en el amor de quienes me rodean, en el movimiento constante de la vida y ahora entiendo que lo que pase entre Él y yo solo nos concierne a los dos. Dios jamás ha sido traidor y nunca lo será. Su amor es presente y siempre estuvo aun en mis momentos más oscuros. Dios en su infinita gracia me dice ¡te amo! No porque yo siga una regla sino por quien soy yo. A Dios dejé de buscarlo en la iglesia para encontrarlo fuera de ella; solo Su gracia puedo entenderla cuando me permite relacionarme con los demás. Él no me deja, no me suelta y, definitivamente, me ama.
Esto es lo único que importa: His love never fails, Never gives up on me.
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